¿Quién es Cristina?
Soy Cristina una mujer de 61 años, bilingüe, teóloga apasionada, y certificada en Estados Unidos como ministra de bodas espirituales. Empleando mis más de 20 años de experiencia en meditación y mi pasión, por la mística y la espiritualidad de las grandes religiones del mundo imparto ceremonias de boda con un carácter no religioso logrando hacer de ellas un evento simbólico pero a la vez sencillo, profundo y muy místico.
Mi finalidad es acompañar a todo tipo de parejas a diseñar su ceremonia para que sea única y así, oficiarla imprimiéndole un sello memorable y de mucho corazón.
Un poco más sobre mí:
- Desde hace más de 10 años dar clase en la universidad se ha convertido en una de mis mayores pasiones. Me encanta la oportunidad de compartir conocimientos, inspirar a los estudiantes y dejar que ellos me enseñen también a mi. Cada clase es una nueva aventura y cada estudiante un universo por descubrir.
- La naturaleza siempre ha sido un refugio para mí. Disfruto muchísimo las caminatas en las montañas, donde puedo desconectarme del ruido cotidiano y conectar con la naturaleza. Las vistas, el aire fresco, y la sensación de libertad son inigualables.
- Sentarme a meditar una hora todos los días es una práctica que me ayuda a encontrar equilibrio y paz en mi día a día. Es un momento de reflexión y renovación que valoro profundamente. La meditación ha sido mi camino espiritual desde hace más de 20 años. La práctica del silencio y la quietud me han dado la oportunidad de disfrutar la vida a profundidad a pesar de que muchas veces las cosas no van como uno quisiera. También, tener la oportunidad de enseñar a meditar a quienes quieren iniciar ese camino, es algo que valoro enormemente.
- Bailar es otra de mis grandes alegrías. Ya sea en una fiesta con amigos o simplemente en casa, la música y el movimiento me llenan de energía y felicidad. Es una forma de expresarme y conectar con los demás.
- También soy una gran aficionada a los torneos de tenis. Seguir los partidos, admirar la habilidad y estrategia de los jugadores, y sentir la emoción de cada punto es algo que realmente disfruto. Me enseña sobre la dedicación y la perseverancia. Confieso ser una profunda admiradora de Roger Federer.
- Los momentos con mi familia y mis amigos, los instantes de risas y conversaciones profundas son los que hacen que la vida valga la pena